07 novembro 2007

Me encanta


[Praça de Maldonado. Foto: Ignacio Fernández de Palleja]


Uma coisa me chamou muito a atenção em Maldonado, Uruguai. A presença da rede MacDonald's com a placa “Me encanta”. Essa expressão é tão bonita que fiquei meio enojado com o uso espertalhão dela pela rede. O “M” casando bem com “Me”. Depois fiquei sabendo que houve muita resistência dos uruguaios contra a entrada da rede no país. Mas, parece, que não foi suficiente.

Uma grande figura que conheci por lá foi o Ignacio Fernández de Calleja. Ele fala muito bem o português e faz parte da nova geração de escritores e pensadores da literatura e cultura uruguaia. Levou-me, numa noite daquelas, a um programa de rádio comunitário feito por ele e amigos. Um programa supimpa. Li alguns poemas meus e alguns minicontos do Evandro Affonso Ferreira, com tradução simultânea dele, e fundo musical brasileiro.

Ignacio fez uma entrevista com o escritor gaúcho Aldyr Garcia Schlee, que você pode conferir no Cronópios.

Abaixo, a meu pedido, ele faz suas considerações sobre a entrada da rede por lá.




Not Mac or Not Mac

Si tengo un hijo le voy a explicar, a escondidas de la madre, que la “M” grande significa “mierda”. Creo que la cantidad de veces en las que entré a los locales de lo de MacDonald para ir al baño supera la cantidad de ocasiones en la que concurrí a comprar sus productos. La culpa de esto último recae en una mala mujer que, además de gustar de la comida de ahí, no está conforme con quién es y recurre a su padre sólo para sacarle plata. Una chica material, aunque es seguro que Renato Gaúcho no la invitaría a fornicar con ella en pleno Maraca.
¿Ha habido polémica pública o repercusiones sociales sobre la presencia de esta empresa norteamericana? No conozco ningún estudio serio en este país sobre los hábitos de consumo alimenticio. Es decir, no sé qué segmento del mercado acaparan. No sé de estudios sociológicos serios que muestren la opinión del público. Sólo sé que a los niños y adolescentes les interesa. No son idiotas los que diseñan la imagen corporativa: juegos, cajitas felices, Ronald y más. “Me encanta” se repite insistentemente y se pega a nuestro oído, queriendo hacer creer que se dirige al estómago. Es ese tipo de consigna en primera persona que busca que cada consumidor individual se sienta identificado, parte de la cosa. Es el slogan que ataca desde el aire instando a comprar hamburguesas. En un mundo de padres que se sienten culpables, mandan los adolescentes hiperactivos de deseo diverso y mirada volátil. La culpa sostiene un imperio de grasa. Y es quizá por tratarse de una manifestación percibida como imperial que los vidrios de un local situado en el centro de Montevideo fueron apedreados para celebrar la visita de Bush (y ya que estaban, también la emprendieron contra una iglesia brasilera de esas que en Uruguay se han esparcido como hongos tras la lluvia).
“Super Size Me” (“Yo, talle grande”) es un documental en que un tipo decide experimentar consigo mismo y se impone la hercúlea tarea de comer, durante un mes, solamente los productos de la cadena de “M”. Se hace estudios médicos antes de empezar la prueba y muestra su envidiable salud. Durante la película, lo muestran comer y empezar a sentirse mal, incluso a ver resentida su vida sexual. Se entrevista con gente gorda y con adictos a los productos del payaso. Los estudios médicos revelan que aumentó más de diez kilos de peso, su colesterol subió y el hígado anda mal. Queda en evidencia que casi todas las cosas que venden tienen grasa y/o azúcar. Decido tajantemente que yo no consumiré nunca más algo que ellos vendan. Porque eso parece ser la intención del texto: convencernos de las maldades de la comida de “M”. Sin embargo, la “M” aparece tantas veces que parece un comercial de la marca. Empiezo a sospechar que la empresa ha financiado la película como una forma de evitar juicios, como diciendo “todo el mundo sabe que vendemos porquerías, ¿por qué demandarnos entonces?”.
No les compro aunque regalen todos los años la recaudación de un día de ventas a una fundación que se dedica a curar niños con cáncer. Es como apoyar a un narcotraficante que dona su dinero para lograr la paz mundial.

5 comentários:

  1. como retribución a tu gentileza exagerada, acaba de ser publicado "Para entomólogos bífidos" en Orgasmos en los Ojos, para los que estén montados entre dos lenguas.

    ResponderExcluir
  2. Mcdonalds... Que desencanto!

    Olha, dá uma espiada lea no Ovelha e se puder comenta o post Espectador de Calamidades I. Fico curiosa para saber tua opinião.

    Beijos!

    ResponderExcluir
  3. ...para quem está comçando a praticar el portuñol selvagem (ou mágico) estes são excelente blog-links...

    ResponderExcluir
  4. isso foi espanhol mesmo! obrigado pelo excelente de qualquer jeito...

    ResponderExcluir